nos aleja la superstición
bueno, te entiendo.
el gato negro se sienta a mirar el ruido de las teclas
ya me acostumbré a esa suerte infernal
un día sí, y al otro vaya uno a saber qué tendrás para decir
serías como un amuleto si te dejaras conquistar
pero todo es tan difícil con vos
que yo me quedo con el gato negro, que me exige menos
y me da mucho más.

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