el ascensor era una máquina expendedora de café
en lugar de números tenía dibujos de tacitas en los botones
y muchos colores brillantes como el cielo de hoy o las vegas
pensaba "cómo voy a subir la bici hasta el piso 12,
si estoy dentro de un espacio mínimo y el piso 12 no existe?"

jamás había visto unos movimientos como esos

pienso ahora en tus dedos blancos
sonando en la oscuridad
son las teclas de un piano
podría anexar tu ritmo a algo un poco más blando que la piel
que disminuya la velocidad de mis caídas crónicas
que amortigüe el golpe
cuando llegue al final
que calme el vértigo tremendo
de estar hamacándome en algo
más liviano que la invisibilidad