golpecitos de martillo poco moderados: o se endereza, o se arruina del todo.
mejor que los médicos es el calor a cinco centímetros de la piel.
estoy corriendo sin parar hace seis días. estoy, realmente, cada vez más lejos de mi casa, del punto de partida. se murieron muchos perros cuando mirábamos para otro lado. lloramos y nos atamos las gargantas a las jaulas. de verdad fueron muchos, de verdad dejaron un olor espantoso en todo el lugar, de verdad siento culpa de que hayamos dormido tan tranquilos durante todas esas noches. quisiera sentirme satisfecha, detenerme dentro de tu abrazo, pero no sé qué pasa que sigo corriendo. ceguera. adónde voy a llegar así? ceguera, ceguera. cuántos errores cometí en su nombre?
tropezar y destrozarme la frente. muchísimo más me duele que creas que estoy cagándome la vida. nuestro alrededor se llena de paredes. tropezar. equivocarme es el único derecho que hasta ahora no me quitaron. no sé exactamente lo que quiero, pero sé lo que no quiero. me niego a seguir tragando la suciedad de tus manos, me niego a seguir saboreando el sudor de tu frente. avanzar o estancarse. ser uno mismo o morirse en el intento.
cuando me quedo parada en la calle viendo cómo se aleja el colectivo en el que te vas tengo siempre la sensación de que estoy descalza. el frío se me instala en los pies, y un hueco molesto en el pecho. la primer palabra, la segunda. cada vez que te acercás siento que estás diciéndome la tercera y yo no puedo escucharla.
me tiene cansada el mundo real. prefiero imaginarme a mi misma viviendo debajo del agua de algún océano.
asistir a fiestas de las celebridades, por ejemplo la sirenita. y bueno, algún día morir y ser alimento de los peces.-