entonces te imagino lavándote la boca. me arde la falta de valor, y me refiero al coraje de entrar con vos al baño cuando estás tan triste, y sostenerte el pelo. me asusta eso que los abrazos transmiten. que seas como de mi cuerpo durante el tiempo que permancemos agarrados casi cayendonos. que mis ganas de salvarte la vida sean un complejo juego de viernes por la noche, y que mis pulgares y hombros sean el único armamento para ganarlo. entonces te imagino todo de sal, lavándote la boca después de estar tan triste y solo encerrado en un baño. pero qué soy yo sin tus borracheras. soy una despreciable porción de inocencia, un brillo en los ojos, una vigilia, un pensar en vos, pensar en los ríos, creer que alguna vez nosotros también podríamos nadarlos.

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