interrumpo la lectura. me pongo el dedo indice sobre la nariz y empiezo a moverlo para que haga el sonido que sólo a mi me causa gracia. un buen viaje. el sabor del polvo y la paciencia: mis virtudes siempre fueron un pozo oscuro al que me empujo sola. las seis puertas de tu casa. nos pisoteamos hasta el último domingo. tu cama siempre estaba fría, como si nadie durmiera ahí, como si estuvieras muerto o fueras un reptil.

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