ya casi no necesito comer, tengo flores en lugar de órganos. me entretengo buscando formas en éstas manchas semejantes a los tuyos o a las bestias que viven en ellos. venía yo en una ola enorme que terminó hundiendome por completo, no es que lo haya merecido, pero pffffff... ya no se trata de lo que cada uno se merece, ni de arrancarnos los ojos cuando no nos entendemos. dividirnos y sumar nuestros restos. el resultado es un misterio. restarle las horas de odio y multiplicar los ratos de tranquilidad, agregarle muchos ceros a tu cara cuando dormís. venderme tu sonrisa. comprármela al peor precio posible. los problemas cotidianos se me meten en el café, se disuelven y entran escondidos en el buen sabor. otra vez la ola cayéndome encima. y, aún así, no te cambiaría por nada.

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